De “La Bestia” a CDMX
- Diego Caso/ Periodista chiapaneco
- 18 abr 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 jul 2022
Migrante.
Una palabra que me llevó un tiempo comprender, entender y empatizar.
Soy de Chiapas, y por ello, mientras crecía, el fenómeno migratorio no era algo de lo que sabía por las noticias. Lo veía en las calles de mi ciudad, en los cuerpos sobre los vagones de ‘La Bestia’, en los comedores y puestos de comida. Lo veía, pero no lo entendía.

Quizá convertirme en migrante, al llegar a la CDMX (o México o DF, como le siguen diciendo algunos amigos), cambió eso. Entendí que los cientos de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños, que pedían <<unos pesos para comprar un taco>>, o <<alguna 'chamba' que pudieran hacer para ganarse 'un dinero'>>, no estaban en las calles por gusto. Estaban empujados por necesidades que siguen sin resolverse.
Ahora entiendo por qué la oportunidad de entrevistar a una familia protagonista de un documental ha sido una de las experiencias que más recuerdo del periodismo.
AUNAM, una agencia de noticias estudiantil, recién me había dado la oportunidad de reconectarme con la escritura y con los años que pasé en 'Polakas' en CU. Era abril 2017, del mundo prepandémico, y era el momento del año en el que iniciaba Ambulante, la gira de documentales.
Empecé a buscar alguna proyección que anunciara la presencia del equipo detrás de cada proyecto cuando un título robó mi atención: Al otro lado del muro, un documental filmado en mi estado.
Pau Ortiz, director catalán, presentaba la historia de Rocío y Alejandro, un par de hermanos que tuvieron que crecer ‘de golpe’ cuando su madre, quien dejó Honduras para buscar una mejor calidad de vida, fue encarcelada de manera injusta.
"Con presencia del elenco", creo recordar que decía la información de Ambulante. Con eso me aventé a la función y 'aventar', para este caso, describía muy bien mi situación.
El periodismo, como todas las profesiones, necesita práctica. Por circunstancias de la vida, no la tuve durante mucho tiempo. Así como en las preguntas de los memes de la pandemia: ‘¿seguiré sabiendo perrear?’, yo tenía dudas: ¿seguiré sabiendo entrevistar? ¿recordaré cómo hacer preguntas ‘buenas’? ¿seguiré haciendo bien este trabajo?
Creo que si mi yo de ahora hubiera hablado con ese Diego que se hacía tantas preguntas, no me habría dado la respuesta que quería, aunque sí la que necesitaba, o a lo mejor no, pero puedes intentarlo para salir de dudas.
Lo hice. Tan pronto como llegué al Centro Cultural de España busqué a quien me pudiera ‘echar la mano’ para entrevistar a la familia del documental, y, al final, conseguí unos minutos con Pau, Rocío madre y sus dos hijos.
Verlos después de haber vivido su historia no dejó de provocarme una sensación extraña, sobre todo por Rocío mamá, quien a pesar de los dos años que estuvo encerrada de manera injusta, era el retrato vivo de la felicidad.
Entrevistarlos fue reencontrarme y profundizar en las historias de esos migrantes que caminan por las calles de mi ciudad. Platicar con ellos fue un recordatorio de lo mal que trabaja la justicia en México y sentarme junto a ellos fue una revelación: sí, aún sabía cómo hacer periodismo.
Aquí el tráiler de Al otro lado del muro (2017):
Para seguir más de cerca a Diego: TW @HHaganme_Caso
Comments